La hermana Daniela Maccari es una misionera comboniana que llegó a Ecuador hace cinco meses. “Nunca pensé venir a este país, pero los misioneros no tenemos raíces en algún lugar u organización. El Señor nos pone el camino”, señala, al tiempo que recalca que en cualquier rincón del mundo, “lo importante es realizar el trabajo con alma y corazón”.
La hermana Daniela, trajo en su equipaje un cúmulo de experiencia en comunicación misionera. Esa experiencia la adquirió en su largo recorrido enseñando y difundiendo el mensaje de Jesús en tierra africana. Tres años estuvo en Uganda y luego pasó a Mozambique, donde, durante cuatro años vivió la barbarie de la guerra; pero, en ese ambiente “se dio modos” para cumplir su apostolado misionero. Posteriormente soplaron vientos de paz en esa nación del Continente Africano; sin embargo, no desapareció aquel manto de miseria y postergación propio de la post-guerra y así “en medio de las limitaciones, en la escasez, siempre fue posible hacer mucho por las misiones”. Aunque teníamos pocas posibilidades, publicamos la revista Vida Nueva, un periódico y realizamos programas radiales”, explicó.
Agregó, “en Ecuador me encontré con otra realidad. Es un país con muchas oportunidades, eso es lo que más me impactó, pero no sé si todos están concientes de esas posibilidades”. Manifiesta que a su criterio hace falta un mayor intercambio de experiencias para darnos cuenta que en la Iglesia todos tenemos algo que conocer, que aprender y también que dar. Lo fundamental es que “los comunicadores le pongan pasión y entrega absoluta a lo que hacen, porque estaría mal que lo hagamos por dinero o por ideología”, destacó.
La hermana Daniela dijo que como misionera tiene mucho que aprender pero también la disponibilidad total para aportar con su experiencia al pueblo de Dios. En este contexto ya tuvo una primera aproximación a “la “pequeña Africa”, como ella denomina al Valle del Chota, al norte del Ecuador.
Pero en este corto tiempo, ha tenido la oportunidad de viajar también a Esmeraldas y de descubrir la belleza del Centro histórico de Quito. “Es estupendo y me fascina visitarlo. Cada vez que puedo me paso un día entero recorriendo las iglesias, los museos, las calles y plazas. Tengo mucha información y material gracias a este gran regalo que me ha dado el Ecuador en estos cinco meses. Con estos datos estoy pensando publicar la crónica ecuatoriana cuando regrese a Italia”, concluyó la hermana Daniela Maccari quien visitó las oficinas de SIGNIS Ecuador para conocer sobre el Trabajo que realiza la organización y sobre todo para comprometerse a compartir su experiencia de vida, su recorrido en la comunicación misionera; para ello oficializó su ingreso como miembro de SIGNIS Ecuador.
José Mármol, Presidente de la Asociación, le dio la bienvenida y la invitó a sumarse a esta tarea de construir una sociedad más justa y solidaria.