Los Carmelitas seguirán siendo descalzos…

Por: Marco Antonio Enríquez

Universidad Andina Simón Bolívar rindió homenaje a Mons. Gonzalo López

Monseñor Gonzalo López, Obispo emérito de Sucumbíos

Las notas musicales del grupo Jatun Ayllu, los rostros ansiosos de quienes llenaron el auditorio de la Universidad Andina Simón Bolívar y la entrada de Gonzalo López Marañón, ex Vicario Apostólico de Sucumbíos en compañía del doctor Enrique Ayala Mora, rector del centro educativo, animaron los aplausos generosos de los “amigos de Gonzalo” que asistían a este emotivo encuentro. El público de pie, sigue aplaudiendo, hasta que se escucha una voz…

Para esa iglesia comunitaria, para esa iglesia viva, para esa iglesia solidaria de Sucumbíos, traemos unas canciones de alegría, para celebrar esta fiesta en homenaje a Gonzalo López… Y sonó la música en una segunda ocasión, en una tercera y en una cuarta vez. Otra vez los aplausos, antes del inicio formal del acto.

Se presentó una rápida semblanza de la vida pastoral de Gonzalo López, para que el doctor Enrique Ayala Mora, Rector de la Universidad Andina, inicie el acto para la designación de Profesor Honorario de ese centro de estudios superiores del Obispo emérito de Sucumbíos. “Saludo a los presentes y algunos ausentes que debemos reconocer: Alberto Luna Tobar, Inés Arango y Leonidas Proaño, todos amigos de Monseñor Gonzalo López Marañón, un hombre luchador por los derechos humanos y la vida”, expresó Ayala Mora.

El doctor José Lasso, Director del Área de Comunicación de la Sede Ecuador de la Universidad Andina, en su discurso de orden valoró el trabajo de 40 años de la Misión Carmelita en Sucumbíos, resaltando la presencia de una iglesia viva, comunitaria, a la luz del Concilio Vaticano II, de Puebla y de los fundamentos de la Teología de la Liberación. “Esta iglesia debe continuar con ese camino, por esa hermosa y explotada provincia que crece a la luz de la acción profética de Gonzalo López y de los carmelitas”, concluyó Pepe Lasso.

Enseguida el rector de la Universidad entrega la designación de profesor honorario de la Universidad Andina a monseñor Gonzalo López. Se coloca la capa, la museta y una estatuilla del libertador Simón Bolívar. El auditorio conformado por religiosos, religiosas, autoridades, académicos, estudiantes, amigos y amigas, campesinos y campesinas, políticos, está atento, alerta, ansioso. Van a escuchar la conferencia del profesor honorario.

“Estoy preocupado con este gorrito que me han puesto (risas). Mi saludo para todos ustedes. Hay tantas caras conocidas aquí, ¿no?” Así empezó Gonzalo López a contar la experiencia Misionera en el continente americano. Tomó como base el diálogo de Caifás y Lucas que caminaban y se les pegó Jesús, preguntándoles de qué discutían en el camino. De allí se desprende, Dice Gonzalo López, que no hay misión que valga si no nos ponemos en camino. La iglesia debe hacer misión en el camino, y no quedarse sentada cómodamente ante el poder del mal.

La iglesia no es la catedral, sino un camino. Y ese camino es el que hemos construido en Sucumbíos en estos cuarenta años de acción pastoral. Hizo reminiscencia de la acción de ISAMIS a la luz del Evangelio, pero no de una luz deslumbrante, sino la necesaria para alumbrar un camino de fe, esperanza y solidaridad.

La base de todo ese accionar está en las comunidades, en aquellos hombres y mujeres que acrecientan su espiritualidad desde su propia vida, desde la pobreza, hacia la santidad. Algo me dice, por lo que me ha tocado vivir, que desde allí están llegando los nuevos santos de Dios en nuestros tiempos.

Gonzalo López Marañón terminó, con la alegría característica en él, pidiendo que le brinden un aplauso final por su “discurso de orden”, y así fue. Aplauso interminable, de pie. Los Carmelitas seguirán siendo descalzos. Amén.