
El Premio «Carlos Crespi» busca reconocer el compromiso diario de comunicar la verdad y promover los valores humanos y cristianos en el ejercicio profesional de los comunicadores ecuatorianos, en prensa, radio, video, fotografía y páginas web.
El Padre Carlos Crespi, ejerció su ministerio sacerdotal durante más de cincuenta años en la ciudad ecuatoriana de Cuenca y manifestó siempre una gran dedicación a su trabajo pastoral entre los niños y jóvenes, sobre todo entre los más pobres y marginados.
Víctima de una larga enfermedad, el padre Carlos Crespi murió en Cuenca el 30 de abril de 1982. Diez años más tarde se inició el proceso de canonización, con el apoyo del arzobispo de Cuenca, Mons. Vicente Cisneros.
Premios entregados
Segundo concurso