Esa es una de las conclusiones que dejó el conversatorio que se desarrolló en el marco de la premiación del Cuarto Concurso Nacional de Comunicación Padre Carlos Crespi. Participaron: Cecilia Basantes de la Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, Jazmina Zambrano de Catolic Relief Service y Guillermo Robayo del Servicio Jesuita para Migrantes y Refugiados. Se dice que las sociedades son lo que los medios trasmiten y en el tema migratorio se confirma esta regla, puesto que para la mayoría de medios masivos así como para la mayoría de ciudadanos, los emigrantes son remesas y los inmigrantes representan problemas. Entonces, el tratamiento periodístico del tema migratorio se ha regido ha estos dos conceptos, de lo que se desprende que no existe un manejo adecuado de la información referente a la movilidad humana que es el nuevo concepto utilizado para hablar de los que se van, de los que vienen, de los que vuelven y los que se quedan. Guillermo Robayo presentó cuatro aspectos que ayudarían a los comunicadores a infundir a sus productos comunicacionales un criterio más exacto, más cercano a la realidad.
1.- Utilizar en sus trabajos una dinámica de integración.
2.- Desestigmatizar la movilidad humana, es decir no tratar a los que se van como un número más en la estadística o en
las cifras económicas o identificar a los que vienen como problemas, como incremento de la delincuencia, como
incremento del desempleo, etc.
4.- Desde los productos comunicacionales generar sujetos como actores del hecho migratorio.
Humanizar la movilidad humana para con un nuevo imaginario aportar a la solución de problemas.