En un comunicado oficial que se hizo público este jueves 24 de marzo, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana expresó sus criterios sobre la consulta popular y el plebiscito convocado por el gobierno nacional, con la finalidad de que el voto “de todos los ciudadanos de buena voluntad y, particularmente de los creyentes en Cristo” “sea a conciencia y guiado por la razón y la sinceridad”.
Para el episcopado ecuatoriano, “Están en juego los fundamentos mismos del Estado de Derecho: la independencia entre las distintas funciones de los poderes del Estado, la organización del sistema judicial y la real vigencia de las libertades y derechos fundamentales”. En el comunicado se incluye también la preocupación de “actores políticos que denuncian en esto un indebido proceso de reforma a la propia Carta Magna”, por lo que la ciudadanía se encuentra frente a una “responsabilidad histórica”, según el documento.
En el pronunciamiento firmado por Monseñor Antonio Arregui Y., Arzobispo de Guayaquil y Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, así como por Monseñor Ángel Polivio Sánchez L., Obispo de Guaranda y Secretario General del episcopado, se enfatiza que para “sustentar una verdadera democracia” es indispensable la “independencia de las distintas funciones del Estado, pues su autonomía es la garantía de un auténtico Estado de Derecho; La reestructuración de la Función Judicial desde criterios éticos y profesionales y con una clara independencia política; La libertad de expresión, de información y de empresa, sin las cuales no es posible ejercer una leal y fecunda participación en la vida pública”.
Para los obispos ecuatorianos, si bien “Algunos compatriotas estiman que sólo de unos vertiginosos cambios institucionales y legales depende la construcción del orden justo de la sociedad y del Estado. Es preciso, sin embargo, tomar en cuenta que según la experiencia de la historia, los cambios más profundos y beneficiosos exigen procesos participativos de largo aliento animados por la búsqueda conjunta del bien común”.
En el comunicado, el episcopado ecuatoriano consideró importante “que las diversas organizaciones e instituciones sociales, políticas y educativas abran en todo el país espacios para el diálogo, de tal manera que la ciudadanía pueda conocer a ciencia cierta los argumentos en favor del sí o del no, con sus respectivas consecuencias. Este constituye un modo muy concreto de contribuir a la consolidación de una real y verdadera democracia participativa”.
Fuente: OCLACC